miércoles, 23 de septiembre de 2009

VECINOS INVASORES


Odio las frases, pero en este caso necesito citar una que además es malísima... "pueblo chico, infierno grande".

Y digo malísima porque para empezar es una frase mentirosa.

El infierno es GRANDE, se trate de un pueblo chico o se trate de una gran ciudad cosmopólita.

Y lo que hace que el infierno sea grande (que por cierto también es una ventaja porque de esta forma hay lugar para todos) no es la cantidad de gente, sino la calidad de la misma... me refiero ni más ni menos a la gente de mierda, específicamente a los vecinos del orto (que los hay a lo largo y ancho de todas las localidades y no hacen distinción de partido, provincia o país) que no tienen vida propia y gozan con las vidas ajenas. Creo que hasta algunos alcanzan el orgasmo en tal tarea.

Lo que pasa es que volviendo a la parte del "pueblo chico", en agrupaciones menores de gente, todo luce y desluce más.

Tengo una anécdota que describe esto casi a la perfección.
El año que me separé, un día estaba lavando el auto en la puerta de casa, y de repente con paso sigiloso se me acercó una vecina (de mierda, obvio) de la cual apenas yo sabía su nombre de pila, y de la nada me preguntó "¿cómo andás, che?". De arranque el "che" ya estaba de más, pero ella venía con mucho más que esa inofensiva preguntita. Y fue ahí, que dos segundos después me lanzó directamente un "me enteré que te separaste".

En ese instante, puse en pausa mi tarea de enjabonar el auto y di lugar a un breve diálogo:
yo: hola... y cómo es que te enteraste?"
vecina de mierda: no, viste, todo se sabe en un pueblo tan chico como este...
Furiosa porque me saca que la gente sea tan metiche, sin preámbulos le dije ..."me parece que practicás mucho el deporte de mirar de la ventana para afuera... pensaste en hechar un vistazo hacia adentro de vez en cuando?
Y parece que mi preguntita en tono neutro fue como una patada de burro directo a los dientes porque en fracción de segundos, se le transformó la cara y acto seguido empezó a balbucear una seguidilla de frases como: "yo venía a ofrecerte una mano, que cuentes conmigo para lo que necesites, no era para que te pongas así" (y algunas otras que por suerte no retuve).

Pero, como yo seguía inmersa en mi tarea sin mirarla prácticamente, minutos después me vomitó: "Aparte, una noche salí a caminar y escuché que discutían... y por lo que sé además lo hechaste de tu casa. Ojo que te entiendo, eh! (me dijo en forma contenedora)... los hombres son terribles viste?!.

Demasiado para mi gusto! ALTO!
Qué carajo te importa si yo discuto o dejo de discutir? Qué te hace pensar que yo quiero compartir con un desconocido mis opiniones acerca de los hombres o mi vida misma? Por qué querría teniendo amigos y gente que me quiere, compartir mi intimidad con un extraño? Yo vivo a unos cuantos kilómetros del mundo porque me gusta la privacidad, porque no me gusta estar encimados, porque adoro los grandes espacios, porque me gusta disfrutar de mis momentos hermitaños en grandes dimensiones, porque no me interesa saber el nombre de todos...entonces no entiendo por qué la gente se zambulle así de repente en tu vida para sacarte lo que no espontáneamente no dás...

Tema aparte, mi teoría es que esta viejas chotas caminan de noche porque ya no tienen vida sexual, y prefieren salir a dusfrutar gratis de los quilombos de los otros en lugar de hacer un scanneo interno, porque cualquier cosa es más divertida que ocuparse de sus embolantes, ociosas, noveleras, alpedistas, aburridas y asexuadas vidas.

Palabras más palabras menos, la conversación que siempre fue en un tono cínicamente armonioso, concluyó con mis agradecimientos: "Gracias por tu falso interés, pero por ahora mi vida me la reservo para mis íntimos o al menos para los que yo elijo, pero si decido querer publicarla te prometo que me cruzo y te aviso."

Mi vecina obviamente huyó a paso rápido tipo footing, al mejor estilo Tom Hanks en Forest Gump, susurrando y destilando veneno: "Desagradecida... por algo se fue el pobre!" (cuando minutos antes me había tirado la lengua sobre mi ex intentando que yo despotricara contra todo macho vivo, arruinando la especie, como si todos pertenecieran a una misma bolsa de gatos. Ni en pedo ni uno ni lo otro.
Claramente se quedó caliente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario